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miércoles, 9 de mayo de 2012

Viñarock: Crónica de un festival

- El Viña Rock es un poco como la Semana Santa no? Caiga cuando caiga siempre amenaza el tiempo.

- Si, pero con la diferencia de que nosotros salimos y , y la gente se moja   


Rosendo en directo
El Viña Rock 2012 consiguió vencer al tiempo. Las tormentas respetaron las dos primeras noches y en la tercera cayó algún chaparrón. Aunque al  final lo bueno es que la gente se las acaba apañando para disfrutar igualmente pase lo que pase.

Canteca de Macao sobre el escenario
Y en eso la música hace mucho. Comenzó el festival y, tras calentar con las primeras bandas, Obrint Pas salieron a escena con la explanada ya repleta de público y lo aprovecharon para invitar a mover los pies con su ska mediterráneo, con la dulzaina, su sello, a todo sonar. Destacar además que para mí fue uno de los grupos con mejor sonido. Los Barricada salieron valientes para afrontar el reencuentro con el público del festival sin el Drogas, y por ello fueron reconocidos. Después llegó la Pegatina y todo explotó. En mi opinión el concierto del festival: por afluencia de público (se estiman 55.000) y por intensidad. Un grupo que no para de crecer y al que habrá que estar atentos. Su estilo es una fusión de rumba con ritmos latinos, ska y pachanga. Fiesta asegurada. Después cayeron unas gotas pero salió el Pipi al frente de los The Locos para que nadie bajara el ritmo. Les siguieron Boikot, que también fueron muy aclamados. Por cierto que ya están ultimando un disco que saldrá después del verano.

La Pegatina en el camerino
El segundo día estuvo marcado por varias actuaciones, como la de Reincidentes, todo un clásico en Villarobledo, y la de Ojos de Brujo, que cada vez atraen a más gente. Pero sin duda hay que destacar el concierto de Morodo, que se adueñó del escenario Babilonia y sus seguidores de todos los alrededores. Muy comentado el hecho de que salga con una magnífica banda en lugar de hacerlo en solitario. Aunque también hay que señalar que dejó claro que es de los que se hacen de rogar. Por último, y cerrando la noche, fue genial poder disfrutar de The Toasters. Puro ska americano de una de las pocas bandas foráneas del evento.

Publico enloquezido en el Viñarock
El cierre fue de los buenos. Pudimos ver a Los Suaves, que siguen incombustibles con un Yosi mejor que hace unos años, a Canteca de Macao, cada año más asentados y maduros, y a Huecco, al que hay que dar una mención ya que a pesar de que hace tiempo que abandonó el panorama puramente alternativo (algo que no es que a mí me parezca mal, pero que es innegable que entre el público tiene mala acogida) dio un directo estupendo y de lo mas animado, para disfrutar. Y para los amantes del rock urbano fue un regalazo poder disfrutar de un concierto más de Rosendo en el Viña Rock, dándolo todo mientras una tormenta por momentos muy fuerte arreciaba en la Mancha.

Nuestro corresponsal con Rosendo
Precisamente fue acabar ese concierto, dirigirme hacia el backstage, pedir permiso, esperar brevemente, entrar al camerino y decir: "El Viña Rock es un poco como la Semana Santa no? Caiga cuando caiga siempre amenaza el tiempo". Y el músico más famoso de Carabanchel respondió con retranca: “Si, pero con la diferencia de que nosotros salimos y… y la gente se moja”.

Por Jorge Aldea
Fotografia: Alberto Junoy


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