El poeta del peta

El renquear de mis piernas
estando estático...
Busco a la sierva
de mi acuerdo tácito,
ilícito
a mi pesar.
Como hiedra
envenena mi pálpito
en el ámbito
tríptico
del pensar.
Como Yerba
suena el clásico
del índico
en mi pulmonar.

Las nubes se repiten
como un loop sin parar,
aferran mis manos el liquen
que campanas repiquen
así que
siente el latido en tu yugular.
Quiero ser el aire
que agite
las ramas en Septiembre
y fecundar
cada jardín secreto
de tricomas de felicidad.
Quiero ser el fuego
que azote
las puntas en Octubre
marcando la diferencia
entre el ser y el estar.

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